Sebastià Arnau, director de materias primas del Grupo Vall Companys, participó en el Porciforum 2022, concretamente en la mesa redonda ¨Situación del mercado de materias primas y costes energéticos: ¿nuevos escenarios?¨.
Arnau participó junto a otros profesionales del sector de las materias primas como Pere Borrell (Asfac), Lola Herrera (Rogah Global), Emili Nebot (Agrocat), José Ángel Mateos (Piensos Costa). La mesa redonda ha analizado el incremento de los precios del maíz, la harina de soja y el trigo, desde 2020 hasta día de hoy, en pleno contexto de Guerra de Rusia contra Ucrania.
Arnau destacó que desde la campaña 2015-2019 estaba en una situación de ¨tarifa plana¨y las variaciones de precios eran mínimas, las situaciones climatológicas eran benignas y la demanda inferior a la oferta, motivo por el que esta estabilidad era un caldo de cultivo para coger posición en el mercado de commodities.
Ha destacado la volatilidad del sector desde 2020; debido a que la climatología en los mercados productores es adversa, llega la pandemia y los fondos siguen entrando en este mercado; posteriormente, en 2021 se suma la rigidez de fletes y la inflación. Ante este escenario, Sebastià ha recordado como un hecho positivo la flexibilización de medidas para poder importar materias primas desde otros mercados internacionales para la producción de alimentos compuestos; una vez se ha cerrado el mercado ucraniano. El directivo ha insistido que el mercado nacional es deficitario y que para garantizar la liquidez es necesario que haya compromisos de compraventa. En este sentido, todos los ponentes han destacado que España es un cliente fiable en los mercados internacionales.
Víctor Fernández, del departamento de producción de Vall Companys intervino en la sesión ¨haciendo frente a la retirada del óxido de zinc¨. El veterinario técnico del departamento de producción abordó el manejo y medidas de bioseguridad en granja. El 26 de junio de 2022 se acabará la utilización del aditivo del óxido de zinc; desde la jornada se apostó por una mayor resiliencia en los lechones, una mejor nutrición y manejo de los animales, apostar por la renovación gradual de las instalaciones, incrementar las medidas de prevención y mejorar la bioseguridad.